Coche DGT

Palo a Grison de ‘La Revuelta’ con una multa de 1.500 euros: «Me han echado…»

Grison, Marcos Martínez, La Revuelta
Grison, Marcos Martínez de La Revuelta, multado por la DGT

En los últimos días, Grison, el músico y colaborador de «La Revuelta», reveló que había recibido una sanción de 1.500 por circular sin seguro. Todo comenzó cuando una patrulla de la Guardia Civil lo detuvo en Almansa. Al comprobar los documentos de su vehículo, los agentes se dieron cuenta de que el seguro del había caducado en diciembre.

Grison explicó que el motivo de la falta de seguro fue un error administrativo por parte de su compañía aseguradora, que había dado de baja su póliza sin que él lo supiera. Esta anécdota refleja una realidad que muchos conductores pueden entender, ya que circular sin seguro es una de las infracciones más comunes en España.

Las consecuencias de circular sin seguro

Conducir sin seguro no solo es una infracción económica, sino que puede acarrear consecuencias mucho más graves. En caso de que el vehículo esté involucrado en un accidente, el conductor que circule sin seguro se verá obligado a asumir todos los costes derivados del incidente.

Esto puede incluir tanto los daños materiales causados a otros vehículos como los gastos médicos y las indemnizaciones a las víctimas, lo que puede resultar en una deuda económica imposible de cubrir. Además, en ciertos casos, las autoridades pueden proceder a la inmovilización del vehículo o incluso a la retirada del carnet de conducir, lo que complicaría aún más la situación.

Consecuencias

Conducir sin seguro no solo es una acción irresponsable, sino también una violación de la ley que puede acarrear graves consecuencias económicas y legales. En España, se calcula que más de 2,5 millones de vehículos circulan sin el seguro de responsabilidad cvil obligatorio, lo que pone en riesgo tanto a otros conductores como a peatones.

La sanción económica por esta infracción oscila entre 601 y 3.005 euros, dependiendo del tipo de vehículo y permiso de conducción. En el caso de los coches, la multa es de 1.500 euros. Sin embargo, lo económico no es lo único preocupante, ya que las autoridades pueden inmovilizar el vehículo y, en caso de accidente, las consecuencias legales y económicas pueden ser devastadoras.

La normativa española establece que cualquier vehículo dado de alta, incluso si está aparcado, debe tener este seguro. Esto se debe a que un coche aparcado también puede causar daños, por ejemplo, si falla el freno de mano y el vehículo impacta contra otro automóvil o una persona. Además, si un coche sin seguro se ve involucrado en un accidente, el Consorcio de Compensación de Seguros cubrirá las indemnizaciones a terceros, pero posteriormente reclamará esa cantidad al propietario del vehículo.

Las autoridades cuentan con diversas herramientas para detectar vehículos sin seguro, como el acceso a bases de datos en tiempo real y cámaras con reconocimiento de matrículas.

Modalidades

Al contratar un seguro de coche, es fundamental conocer las distintas modalidades disponibles para elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades y presupuesto. En España, la ley exige que todo propietario de un vehículo cuente, al menos, con un seguro de responsabilidad civil, también conocido como seguro a terceros. Esta modalidad cubre los daños que el conductor pueda causar a otros vehículos, propiedades o personas en caso de accidente. Sin embargo, es una opción bastante básica que no protege ni al conductor ni a su propio vehículo si él es el responsable del siniestro.

Para quienes buscan una protección más completa, existe el seguro a terceros ampliado. Esta modalidad, además de cubrir la responsabilidad civil obligatoria, incluye garantías adicionales como la rotura de lunas, asistencia en carretera, robo o incendio. Este tipo de seguro es ideal para conductores que desean una mayor tranquilidad frente a imprevistos, pero que no están dispuestos a asumir el coste de una cobertura total.

Por otro lado, el seguro a todo riesgo es la alternativa más completa y, como es lógico, la más cara. Este seguro no sólo cubre los daños que puedas causar a terceros, sino también los daños propios, independientemente de quién sea el culpable del accidente. Además, suele incluir servicios adicionales como la reparación de lunas, asistencia en viaje e incluso la posibilidad de contar con un vehículo de sustitución mientras el tuyo está en el taller. Es la opción ideal para coches nuevos o de alta gama, donde el coste de las reparaciones podría ser muy elevado.

Una alternativa intermedia, que combina las ventajas del seguro a todo riesgo con un precio más accesible, es el seguro a todo riesgo con franquicia. En este caso, el asegurado asume una parte del coste de la reparación en caso de siniestro, mientras que la aseguradora cubre el resto. Por ejemplo, si la franquicia es de 300 euros, el conductor pagará esa cantidad y la aseguradora se hará cargo del resto de los gastos. Esto permite reducir considerablemente el coste de la prima anual, pero sigue ofreciendo una protección amplia en situaciones más graves.

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